El informe “Estado de la Mype 2024: La Otra Cara de la Economía”, presentado por el Observatorio MYPE, el 29 de agosto, ofrece una nueva perspectiva sobre la economía de El Salvador, actualiza las características del sector y analiza por primera vez la participación de las microempresas en el PIB, destacando sus fortalezas y desafíos a corto y mediano plazo.
Peso determinante en la economía, de las microempresas
Una de las principales novedades del informe es la medición de la contribución de las MYPES al Producto Interno Bruto (PIB), utilizando una metodología basada en el Sistema de Cuentas Nacionales (SCN). Los resultados muestran que, entre 2016 y 2023, las MYPES aportaron un promedio del 42.9% al PIB, consolidándose como un pilar esencial de la economía salvadoreña. Este enfoque mejora notablemente los estudios anteriores, que no diferenciaban adecuadamente entre la economía informal y el sector MYPE.
El informe revela que, en los últimos tres años, las microempresas han enfrentado desafíos significativos, entre ellos el sobreendeudamiento y el impacto de la inflación, los cuales han limitado su capacidad para aprovechar las oportunidades de crecimiento económico que el país experimenta en diversos sectores.
Perspectivas empresariales en un entorno adverso
Para facilitar la comprensión de la realidad de las microempresas, el informe ofrece un análisis de la percepción de los empresarios sobre el entorno económico. Este análisis se desarrolla en el capítulo 2, utilizando como herramienta principal el Índice de Confianza MYPE.
Los resultados revelan un panorama complejo: al consultar a los empresarios sobre su situación económica en comparación con el año anterior, el 38.5% considera que ha mejorado (13.2% de manera significativa y 25% ligeramente), mientras que el 25.8% opina que ha empeorado (6.5% de forma significativa y 19.3% ligeramente).
Este análisis, junto con otros indicadores de expectativas, inhibidores y confianza empresarial, proporciona una mejor comprensión de las dinámicas internas del sector en un periodo desafiante, que incluyó la crisis derivada de la pandemia por COVID-19. En él, se subraya la necesidad de intervenciones coordinadas entre el sector público y privado para fortalecer la confianza y mejorar el entorno de negocios del sector.
Barreras invisibles: desafíos socioeconómicos y estructurales
El informe dedica un análisis detallado a los desafíos persistentes que enfrentan las microempresas en El Salvador, incluyendo la formalización. Aunque el documento señala que el 76% de las microempresas en el país operan en la informalidad, sin cumplir con sus obligaciones fiscales ni laborales, también destaca que las principales barreras para aquellos empresarios que desean formalizar sus negocios son los altos costos, la falta de información y la complejidad del proceso. Esto es especialmente cierto para las empresas de subsistencia y las más pequeñas.
Se destaca la situación de las unidades económicas lideradas por mujeres, que constituyen aproximadamente el 60% de las microempresas en el país. El informe revela que el 57.1% de estas propietarias considera que les resulta difícil o muy difícil obtener un crédito, por el exceso de deuda y problemas en los burós de crédito.
Además, el 75% de las empresarias tiene un nivel educativo de noveno grado o menos, y el 35.3% señala que lidian con una sobrecarga de responsabilidades empresariales y familiares. Esta combinación de factores limita su potencial de crecimiento. Para abordar estos obstáculos, se están explorando programas de apoyo específicos para fomentar su desarrollo.
Migración y microempresas: un vínculo crucial
Otra aportación innovadora del informe es el análisis que hace de la relación entre las microempresas y la migración, un tema crucial en el contexto salvadoreño. Uno de los principales hallazgos del informe revela que iniciar un negocio reduce en más del 60% la intención de emigrar entre los empresarios MYPE que estaban considerando esa opción. Además, se encontró que este efecto es aún mayor, alcanzando más del 80%, entre los microempresarios de subsistencia y del sector agropecuario.
En este nuevo informe, además de abordar nuevamente el tema de las migraciones y relación con las MYPES, se exploró el uso de las remesas. Según la investigación, las políticas más efectivas para fomentar el arraigo y disuadir a sus familiares de emigrar son mayor acceso a financiamiento para expandir el negocio (52%), apoyo para formalizar la empresa (36.9%), y capital semilla a bajo costo para que sus familiares inicien sus propios negocios. En este sentido, la publicación sugiere que el acceso a financiamiento de las microempresas y el apoyo a su formalización gradual pueden constituir políticas efectivas para mitigar la decisión de emigrar.
La expansión del turismo y su impacto en las microempresas
Finalmente, el informe explora las oportunidades y desafíos de las MYPES en las zonas turísticas, un sector en crecimiento en la economía salvadoreña. Aunque se ha observado una recuperación tras la pandemia, el informe revela que el 46.2% de las microempresas que operan en las zonas turísticas atienden a menos clientes que antes de la pandemia, y solo un 12.9% ha superado completamente las consecuencias de la crisis sanitaria.
Ante este entorno, los microempresarios que operan en zonas turísticas expresaron que las principales limitaciones que enfrentan son:
- 41.3 % disminución de demanda
- 39.6% aumento de competidores de tamaño similar o más pequeños
- 35.2% creciente competencia de empresas más grandes
Los apoyos más solicitados al sector público incluyen la organización de ferias para impulsar el turismo, mejoras en la infraestructura vial, capacitación empresarial, promoción de sus negocios en el extranjero y un mejor acceso a servicios de internet.
Necesidad de mayor comprensión de la importancia del sector
El informe enfatiza la relevancia de este sector a nivel nacional y la necesidad de asignar más recursos para fortalecer a las microempresas, que son el motor económico actual y desempeñan un papel crucial como estabilizadores sociales en el desarrollo del país. Los datos presentados revelan una dimensión de la realidad salvadoreña que había estado oculta en las estadísticas oficiales, permitiendo una mejor comprensión de la vida y los desafíos que enfrentan quienes sostienen la economía del país con su esfuerzo diario, a menudo invisibilizado.