En mercados, talleres y ferias se percibe un ánimo distinto: no es euforia, sino una energía silenciosa que se traduce en movimiento. El más reciente Informe Trimestral sobre la Dinámica MYPE en El Salvador confirma que las micro y pequeñas empresas responden a ciclos estacionales, con el fin de año como su mejor momento.
Pero los resultados del tercer trimestre de 2025 muestran más que un repunte estacional: evidencian una tendencia sostenida de confianza. El Índice de Confianza Empresarial MYPE alcanzó 108.9 puntos, su nivel más alto desde 2021. Además, 69 % de los empresarios espera un cierre de año favorable, reforzando la idea de un optimismo inusual.

“No vivimos una explosión de crecimiento; es una recuperación que se mantiene de manera progresiva tras años desafiantes”, explica Francisco Góchez, coordinador del Informe del Observatorio MYPE.
Confianza fuerte y buen ánimo para cerrar el año
El tercer trimestre de 2025 marcó un punto de inflexión. Tras meses de estabilidad, la confianza subió 8.5 puntos frente al trimestre anterior y 3.5 puntos respecto al mismo periodo de 2024. La tendencia consolida un año de recuperación y parece proyectar un cierre optimista.
Detrás de los números, la percepción empresarial refleja cautela esperanzada: 41 % reportó situación favorable; 48 %, estabilidad; y 11 %, dificultades. El saldo neto de +29.8 puntos confirma un entorno más propicio de corto plazo para los negocios.

“La confianza refleja que los empresarios creen que pueden invertir, contratar y producir con expectativa de rentabilidad”, añade Góchez.
En talleres, comedores y pequeños comercios, este optimismo se traduce en decisiones cotidianas: ampliar pedidos, recontratar y reabrir locales cerrados durante la pandemia.
Testimonio
“Estamos entrando a los meses más movidos; este podría ser un buen año. Si cierro sin deudas y con ganancias, me doy por satisfecha”. — Saraí Benítez, restaurantera en San Miguel.
Obstáculos en el camino y avances desiguales
Aunque el panorama general es positivo, no todos los segmentos avanzan al mismo ritmo. La recuperación está marcada por contrastes: mientras unas empresas crecen, otras luchan por sostener operaciones.
En el reporte de expectativas del 2025, todos los segmentos superaron los 100 puntos, confirmando un clima positivo. Sin embargo, las microempresas de subsistencia lideraron con un salto de +5.1 puntos (de 104.5 a 109.6), seguidas por acumulación ampliada (+4.9) y acumulación simple (+3.2). En cambio, las pequeñas empresas y de expansión crecieron con mayor moderación.

“Vemos una economía MYPE a distintas velocidades: las más pequeñas reaccionan rápido a oportunidades, pero también son más vulnerables a cambios del mercado”, explica Góchez.
El aumento de la competencia —reportado por 45 % de empresarios— sigue como principal desafío, especialmente en zonas urbanas. Sin embargo, factores como escasez de mercadería y trámites han disminuido su impacto, lo que sugiere mayor capacidad de adaptación y gestión.
La recuperación no solo depende de cifras, sino también de actitud e innovación. En un entorno competitivo, la confianza actúa como incentivador de la inversión, el crédito y la expansión.
La alta confianza apunta a altas expectativas
Los resultados del reporte del tercer trimestre de expectativas confirman que la MYPE salvadoreña en general percibe un entorno positivo de corto plazo, que se refleja en una confianza renovada y expectativas altas. Pero el camino sigue siendo exigente: la competencia no cede, los márgenes son ajustados y la innovación y diversificación siguen siendo cruciales.
Como lo señala el último informe «El estado de la MYPE 2025», la confianza debe manejarse con prudencia. Existe una brecha significativa entre las expectativas y los resultados reales: muchos empresarios confían en un cierre exitoso, pero sus márgenes aún no reflejan esa expectativa. Las ventas crecen, pero a un ritmo más lento que la percepción de mejora, y la rentabilidad promedio sigue contenida. Esa diferencia, según el informe, revela que el optimismo es real pero todavía no se traduce plenamente en resultados sostenibles.
El dato relevante del año es que la confianza se mantiene en un nivel moderado-alto. Si la tendencia continúa, el cuarto trimestre podría cerrar en niveles aún más altos, consolidando 2025 como un año de recuperación sostenida” de las expectativas del sector, finaliza Góchez.