Según un reporte divulgado por The Times of India, el mercado laboral privado de EE. UU. «stumbles in November» (tropieza en noviembre). La información, basada en nuevos datos de Automatic Data Processing (ADP por sus siglas en ingles), señala una contracción inesperada en las nóminas privadas, que cayeron en 32,000 puestos en lugar del modesto aumento de 40,000 que se proyectaba.
La preocupación central radica en el desempeño de las pequeñas empresas, que eliminaron 120,000 puestos de trabajo, marcando el mayor descenso desde marzo de 2023. La economista jefe de ADP, Nela Richardson, fue citada, indicando que las pequeñas empresas son el «canary in the coal mine» (canario en la mina de carbón), alertando sobre una posible turbulencia económica más amplia. Esta realidad contrasta con las empresas más grandes, que a pesar del panorama general, continuaron contratando.
¿Efectos para la MYPE salvadoreña?
La fragilidad manifestada por las pequeñas empresas estadounidenses resalta un desafío universal, que en El Salvador es importante para la MYPE. El Observatorio MYPE de FUSAI y publicaciones oficiales de instituciones como CONAMYPE han documentado la
alta vulnerabilidad de gran parte de la MYPE local ante choques externos y el ambiente de «tight credit, cautious consumers, and rising operating pressures» (crédito ajustado, consumidores cautelosos y crecientes presiones operativas) que menciona el reporte internacional.
La experiencia extranjera subraya que las micro y pequeñas empresas son las primeras en sentir el impacto de la desaceleración del consumo. Para la MYPE en El Salvador, cuya participación en la economía es vital, estas señales provenientes de los Estados Unidos deben de tenerse en cuenta para el corto y mediano plazo.
En un mundo con señales de desaceleración, es imperativo que el esfuerzo colectivo del ecosistema se enfoque en dotar a las MYPE de El Salvador de las herramientas estructurales para resistir y prosperar, más allá de la coyuntura.
Organismos regionales como CENPROMYPE y la CEPAL han enfatizado que la digitalización no es solo un avance tecnológico, sino una herramienta de resiliencia. Permite a las MYPE optimizar procesos, reducir costos operativos y diversificar canales de venta, mitigando el efecto de una demanda más cautelosa. Por otra parte, la formalización puede actuar como un parachoques, facilitando el acceso a financiamiento y a programas de apoyo, cruciales para sobrevivir a periodos de incertidumbre económica global.