Redacción PaísMYPE
La confianza de las micro y pequeñas empresas salvadoreñas vuelve a mostrar una mejora sostenida. Al comparar el tercer trimestre de 2024 con el de 2025 —julio, agosto y septiembre—, los resultados del Índice de Confianza Empresarial (ICE) del Observatorio MYPE de FUSAI confirman un avance claro en el ánimo empresarial. Sin embargo, ese mayor optimismo no se traduce en un entorno más sencillo: los principales obstáculos estructurales se mantienen.
Más que un cambio económico profundo, los datos reflejan un ajuste en la forma en que las MYPE están enfrentando la realidad: menos enfocadas en la supervivencia inmediata y más conscientes de la necesidad de competir mejor.
La confianza sube y se consolida
En el tercer trimestre de 2024, el ICE MYPE se ubicó en 105.4 puntos, impulsado principalmente por las expectativas positivas que suelen caracterizar el cierre de año marcado por la temporada navideña. Un año después, en el mismo trimestre de 2025, el índice alcanza 108.9 puntos, tras dos trimestres de estabilidad en torno a 105.
El aumento interanual de 3.5 puntos confirma que la confianza no solo se mantiene por encima del umbral de 100, sino que gana tracción. No se trata de un salto abrupto, sino de una consolidación progresiva del optimismo empresarial.

Mejora la percepción del presente y se fortalecen las expectativas
La evaluación de la situación actual muestra uno de los cambios más relevantes. En 2024, solo el 29.6% de las MYPE reportaba una situación favorable, frente a un 15.6% que la consideraba desfavorable.
En 2025, el 40.8% califica su situación como favorable y apenas el 11% como desfavorable, mientras que casi la mitad señala que se mantiene igual. El saldo neto positivo se duplica, lo que indica una lectura más clara y estable del presente.
Las expectativas también alcanzan su punto más alto. El 68.6% de las empresas espera una situación favorable en el siguiente trimestre y solo el 4% anticipa un deterioro, la brecha más amplia entre optimistas y pesimistas registrada por el ICE.

Transporte lidera; servicios muestra el mayor avance
Por sectores, transporte se mantiene como el más optimista, cerrando el tercer trimestre de 2025 con 112.1 puntos, el nivel más alto del año y similar al registrado en 2024.
El dato más significativo está en el sector servicios, que pasa de apenas superar el umbral de confianza en 2024 a alcanzar 106.6 puntos en 2025. Este avance sugiere una reactivación más clara de la actividad económica local.
El sector comercio también muestra una mejora consistente, al pasar de 105.8 puntos en 2024 a 109.2 en 2025, aunque en un contexto de mayor presión competitiva.
Problemas que persisten: competencia, financiamiento y demanda
Pese al mejor ánimo, los principales obstáculos no cambian. El aumento de la competencia sigue siendo el problema más señalado (45% de las MYPE), seguido por las dificultades de financiamiento y la fragilidad de la demanda.
Esto explica por qué el optimismo no se traduce automáticamente en tranquilidad. El desafío central ya no es solo vender, sino hacerlo en un entorno más exigente, con márgenes ajustados y mayor presión sobre costos y clientes.
Del “resistir” al “cómo ganar”
La lectura conjunta de los datos de 2024 y 2025 deja un mensaje claro: las MYPE no perciben un entorno más fácil, pero sí muestran una mayor disposición a enfrentarlo de forma estratégica.

Cuando la confianza se mantiene por encima de 100 y vuelve a crecer, la pregunta deja de ser “¿lograré sobrevivir?” y pasa a ser “¿cómo compito mejor?”. Productividad, diferenciación y gestión se vuelven los ejes del debate empresarial.
El ICE de 2025 no marca un punto de llegada, sino una señal alentadora. El reto ahora es convertir este optimismo en resultados sostenibles, con el apoyo de un ecosistema que responda a las necesidades reales de las micro y pequeñas empresas.