Portada Dirigiendo con propósito Más allá del balance: cómo los desafíos personales moldean el destino de las MYPE

Más allá del balance: cómo los desafíos personales moldean el destino de las MYPE

escrito por PaísMYPE
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Mujer con cajas de repostería decoradas con lazos rojos

Fotografía. Vanessa Escobar, propietaria de Delicia Vane.

En 2023, Vanessa Escobar transformó una desgracia familiar en un proyecto de vida. De esa decisión nació Delicia Vane, un emprendimiento de postres en miniatura que pronto dejó de ser un ingreso extra para convertirse en el principal sustento de su hogar. Hoy cuenta con puntos de venta en universidades y cafés de San Miguel, además de brindar servicios para eventos. Su próxima meta: abrir su primera sala de ventas.

Más allá del crecimiento de una microempresa, su historia evidencia cómo los desafíos personales y familiares pueden convertirse en obstáculos  que limitan el desarrollo de las MYPES en El Salvador, pero que las impulsan también a ir más allá de sus límites.

El impacto de los problemas familiares en los negocios

Según el Informe Dinámica Empresarial MYPE del segundo trimestre de 2025, las situaciones familiares y personales representan el 12% de los factores que frenan a las micro y pequeñas empresas. Aunque no son los obstáculos más frecuentes, su impacto es profundo porque afectan directamente la vida de los emprendedores, quienes suelen ser el corazón y la columna vertebral de sus negocios.

El estudio identifica cuatro factores principales:

Enfermedad de un familiar: obliga al empresario a destinar tiempo, dinero y energía al cuidado, reduciendo la atención al negocio.
Enfermedad personal: puede detener por completo la actividad, sobre todo en negocios unipersonales.
Conflictos familiares: afectan la estabilidad emocional y la capacidad de gestión.
Maternidad: limita temporalmente la operatividad cuando no existen redes de apoyo.

El caso de Vanessa: entre pérdidas y decisiones difíciles

Vanessa enfrentó estos obstáculos en carne propia. Una operación de emergencia de su esposo la obligó a cerrar el negocio durante 15 días. Poco después, sufrió un golpe aún más fuerte: en apenas dos meses perdió a tres familiares.

«Me encerré totalmente, no quería salir de mi casa ni atender el negocio», recuerda. Ese periodo la llevó a considerar el cierre de Delicia Vane, no por falta de clientes, sino por la presión emocional y familiar acumulada.

El apoyo de personas cercanas y el acompañamiento de la Escuela LID de FUSAI le brindaron nuevas herramientas. Con ese impulso retomó su agenda, amplió su menú con productos salados y se aventuró en mercados que nunca había explorado. Hoy se prepara para dar el salto de su «mini taller» a una cafetería establecida.

La importancia del acompañamiento integral

La experiencia de Vanessa confirma lo que reflejan los datos: la salud emocional y el bienestar del emprendedor son tan importantes como la capacitación financiera o la asistencia técnica. Un negocio puede tener clientes y demanda, pero sin redes de apoyo que acompañen en momentos de crisis, corre el riesgo de estancarse o incluso cerrar.

Pese a las dificultades, Vanessa mantiene vivo su emprendimiento y sueña en grande. «Nuestro negocio es como un hijo, y nadie quiere ver que su hijo fracase. Habrá momentos altos y bajos, pero no hay que desanimarse», afirma.

Su historia recuerda que detrás de cada MYPE hay una persona que enfrenta no solo los retos del mercado, sino también las pruebas de la vida cotidiana.

Retos con los equipos de trabajo

Los problemas familiares y personales no afectan únicamente a los propietarios, también impactan en los equipos de trabajo. Así lo demuestra la experiencia de Diana Rivas, fundadora de Magic Locker, una empresa de tejidos en crochet que opera de manera descentralizada.

Diana RivasMagic Locker
ProductoMagic Locker

Diana coordina los pedidos y diseños desde su hogar, mientras varias mujeres en distintas zonas del país elaboran las piezas. Para muchas de ellas, este taller ha sido una oportunidad de generar ingresos sin la rigidez de un empleo formal, pues necesitan horarios flexibles para atender responsabilidades familiares.

No obstante, esas mismas condiciones que las impulsan a buscar flexibilidad también representan un desafío para el negocio. Enfermedades de familiares, duelos, maternidad o conflictos personales reducen la capacidad de cumplir los encargos en los plazos previstos. Ante estas situaciones, Diana debe asumir parte de la producción o reorganizar pedidos para evitar perder clientes.

Su experiencia confirma que el bienestar de los equipos es clave para la estabilidad de las MYPES. Cuando las colaboradoras atraviesan crisis personales, el negocio entero se ve afectado. Esto refuerza la necesidad de crear redes de apoyo, espacios de acompañamiento psicosocial y políticas de conciliación vida-trabajo que respalden tanto a los emprendedores como a quienes sostienen el día a día de las empresas.

Blindar el futuro: estrategias para proteger el negocio en tiempos difíciles

Jesús Rosales, consultor de la Escuela LID de FUSAI, ha acompañado a cientos de emprendedores que enfrentan crisis similares a las de Vanessa y Diana. Su experiencia le ha enseñado que la preparación financiera es tan importante como la pasión empresarial.

«Desde los primeros ingresos, es fundamental crear un fondo de emergencias», explica Rosales. «Muchos empresarios piensan que eso es un lujo cuando apenas están empezando, pero es precisamente cuando más lo necesitan. Un imprevisto familiar puede determinar si el negocio sobrevive o desaparece».

Sus recomendaciones son específicas y prácticas:

Separación progresiva de finanzas: «Lo primero es distinguir entre el dinero del hogar y el dinero del negocio. Aunque al inicio todo salga del mismo bolsillo, hay que ir creando esa mentalidad de separación. Abrir una cuenta bancaria solo para el negocio, aunque sea con montos pequeños, marca la diferencia».

Colchón de liquidez gradual: «No se trata de ahorrar grandes cantidades de golpe, sino de apartar aunque sea el 5% de cada venta para emergencias. Con el tiempo, ese fondo se convierte en el salvavidas que permite mantener el negocio operando cuando la vida nos pone a prueba».

Financiamiento estratégico: «Existen financieras que ofrecen fondos rotativos para liquidez inmediata. Son herramientas muy útiles cuando se usan responsablemente. Permiten cubrir emergencias sin comprometer el capital de trabajo del negocio».

Para Rosales, estos consejos no son solo técnicos: «Cada MYPE es el sueño de alguien. Proteger ese sueño también significa prepararse para los momentos difíciles que inevitablemente van a llegar».


En el mundo de las MYPE, la resistencia no se mide solo en números, sino en la capacidad de transformar cada crisis en una oportunidad de crecimiento. Porque al final, los negocios más sólidos no son los que nunca enfrentan tormentas, sino los que aprenden a navegar en ellas.

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