Según el CGAP del Banco Mundial, en las próximas décadas la tecnología en los negocios ya no será opcional; su uso será obligatorio para aquellas MYPES que deseen competir y sobrevivir en un mundo completamente digital.
Expertos destacan su papel esencial
Hoy en día, pocos discrepan de que las tecnologías serán vitales para el éxito de las MYPES. Se trata de un hecho incuestionable cuya relevancia para el desarrollo de los países no puede ser subestimada. “Se estima que, si se logra fortalecer a las MYPES a través de la transformación digital, Latinoamérica experimentará un incremento del 50 % del PIB para 2030”, de acuerdo con el Consultative Group to Assist the Poor (CGAP).
A pesar de la importancia de las MYPES en las economías locales y regionales, estas enfrentan desafíos de desigualdad y un lento crecimiento.
Según la CEPAL, el promedio de crecimiento anual de las micro y pequeñas empresas es de 0.8 %, a pesar de que su aporte a las economías de América Latina es del 25 %. El Observatorio MYPE ha señalado reiteradamente que, para El Salvador, su relevancia es aún mayor: aproximadamente el 40 % del PIB del país es generado por micro y pequeñas empresas, las cuales proporcionan empleo al 70 % de la Población en Edad de Trabajar (PEA).
De acuerdo con McKinsey Global Institute, para que las MYPES logren consolidar un crecimiento saludable del 3.5 %, es importante activar procesos de transformación digital que les permitan competir, producir más, expandirse e, incluso, llegar a nuevos mercados. McKinsey afirma que la tecnología puede desempeñar un papel fundamental en el crecimiento inclusivo de la región.
Principales obstáculos para el crecimiento de las MYPES
El artículo de McKinsey expone tres barreras principales que obstaculizan la digitalización de las MYPES:
- Financiera: La mayoría de estas empresas no puede costear la compra de productos tecnológicos que les permitan crear plataformas competitivas para el comercio en línea. Según analistas, esta barrera es cada vez menor, ya que los precios de las tecnologías disminuyen rápidamente. El Observatorio MYPE estima que, dado que los resultados de la inversión en tecnología no son inmediatos, es necesario contar con líneas de crédito especiales para financiar la inversión tecnológica, con el fin de consolidar su aprovechamiento a largo plazo, invirtiendo de forma paralela en la formación y capacitación que esta requiere.
- Información: Otra barrera identificada por el estudio de McKinsey es la falta de información sobre las ventajas de la implementación de tecnología en los negocios. La mayoría de las pequeñas empresas no tienen un área dedicada a sus inversiones tecnológicas ni cuentan con personal capacitado en procesos digitales. La creación de pequeñas unidades o la subcontratación de servicios tecnológicos se ha convertido en una inversión obligatoria, según estos estudios.
- Regulatorias: Para ingresar al comercio en línea, las MYPES deben cumplir con regulaciones legales y enfrentar trabas burocráticas. El Observatorio MYPE considera que este aspecto es crucial, ya que hacer negocios en línea y exportar servicios requiere cierto grado de formalización. Además, se necesita el desarrollo y uso de nuevas plataformas más seguras, adaptadas a la naturaleza de las MYPES, y una flexibilización regulatoria para reducir los requisitos del comercio en línea y disminuir la incertidumbre para los compradores. En este sentido, la adopción de tecnologías como Blockchain podría ser una gran oportunidad para facilitar el acceso de las MYPES a plataformas seguras, superando los problemas de intermediarios y aumentando la seguridad de las transacciones en línea.
Iniciando con las plataformas más populares
A pesar de las barreras para una digitalización formal, las pequeñas empresas pueden comenzar su incursión en el mundo tecnológico mediante el uso de herramientas sencillas y de bajo costo, o incluso gratuitas, como WhatsApp.
Un sondeo de opinión realizado entre 600 comerciantes de Colombia, México y Perú por la Fundación Capital, con el apoyo del Center for Inclusive Growth (CIG) de Mastercard en abril de 2020, concluyó que WhatsApp es la herramienta social más utilizada por los emprendedores para enfrentar la crisis provocada por la pandemia de COVID-19.
Durante los meses de confinamiento obligatorio, surgieron necesidades urgentes de comercializar en línea, articulando compras y pagos remotos.
Este mismo sondeo demostró que en estos países el comercio en línea aumentó entre un 15 % y un 29 %, siendo WhatsApp el punto de partida para la migración hacia la digitalización.
Actualmente, el comercio en línea (e-commerce) representa el 14 % de las ventas a nivel mundial y se espera que aumente al 22 % para el año 2023, sumando miles de millones de compradores en línea. Sin embargo, en El Salvador, predomina el comercio tradicional.
Pocas empresas, en su mayoría las más grandes de los sectores de servicios y consumo masivo, han logrado establecer canales sólidos de ventas en línea. Las MYPES, por su parte, siguen utilizando canales tradicionales o apenas comienzan a explorar herramientas como WhatsApp, Marketplace de Facebook y otros medios prácticos. Quienes ya recurren a ellos reconocen la importancia y las ventajas de su uso.
Las MYPES deben priorizar la necesidad de una estrategia que les permita digitalizar sus negocios gradualmente. Para lograrlo, necesitarán contar con asesores y consultores de confianza. Algunas instituciones gubernamentales, empresas, ONGS y fundaciones ofrecen programas gratuitos o de bajo costo. Las organizaciones pueden proporcionar recursos, pero el microempresario debe aportar lo más valioso que posee: su tiempo y su capacidad de reaprender y desaprender, esenciales para enfrentar con éxito el futuro.