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Actualización del perfil de las mujeres jóvenes emprendedoras de la MYPE informal

escrito por PaísMYPE
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La imagen muestra a una mujer de pie al aire libre, rodeada de abundante vegetación, lo que sugiere un entorno natural o rural. Ella viste una camiseta blanca con una fotografía impresa en el pecho y sonríe de manera amable, con los brazos cruzados de manera relajada. Su expresión refleja confianza y serenidad, en un contexto lleno de plantas verdes que resaltan el ambiente fresco y natural a su alrededor.

Microempresarias por herencia generacional

La relevancia de las MYPES en la economía radica en el uso intensivo de mano de obra, el alto grado de dinamización de la economía local y el consumo interno, además de su impacto en la distribución de la riqueza en la sociedad. También es importante señalar su papel determinante como canal de sobrevivencia, y posiblemente, como la única opción ocupacional para mujeres jóvenes de escasos recursos que buscan integrarse a la economía formal.

En este documento se pretende ofrecer un acercamiento a las mujeres jóvenes empresarias, con edades comprendidas entre los 18 y 30 años, que se dedican a hacer negocios desde la micro y pequeña empresa informal.

Los factores que se analizan a lo largo de este informe son:

  • Preferencias y comportamientos empresariales
  • Motivos para la creación de empresas
  • Expectativas y grado de satisfacción con su empresa
  • Nivel de desarrollo y uso tecnológico
  • Problemas o dificultades afrontadas y pendientes de superar
  • Factores de éxito de sus negocios

Antecedentes

Según datos de la Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples, correspondientes al año 2019, la Población Económicamente Activa del país, conformada por mujeres, asciende a 1,274,253 personas. Una tercera parte de estas mujeres, equivalente al 36.5%, tiene edades entre los 20 y 34 años, como se puede apreciar en la Figura 1.

En los últimos 5 años, el empleo formal ha crecido un 1% anual en promedio. Con una tasa de población ocupada que crece a razón del 2.2% anual, la gran mayoría está destinada a ocuparse en el sector informal, el cual registra tasas de crecimiento promedio superiores al 5% anual.

Según un estudio de la Universidad de Santiago de Chile, un hombre tiene una probabilidad del 7.84% de obtener un empleo formal, mientras que una mujer tiene un 5.28% de probabilidad de conseguir un empleo de calidad. Un joven menor de 30 años tiene una probabilidad del 5.20%. Si además del sexo se considera el nivel de escolaridad y el tipo de institución donde se formó, una mujer de 25 años con educación en una institución privada tiene un 85.3% de probabilidad de obtener un empleo de calidad, en comparación con un hombre con las mismas características, que tiene un 90.7% de probabilidad.

La imagen muestra la pirámide de la población económicamente activa en El Salvador en 2019, con 1,830,613 hombres y 1,274,253 mujeres. La mayor concentración se encuentra entre los 25 y 39 años, predominando los hombres en todos los grupos de edad.

Perfilamiento de mujeres jóvenes micro y pequeñas empresarias pertenecientes al sector informal

A continuación, se presentan los datos más sobresalientes respecto al perfil de las mujeres jóvenes emprendedoras de la micro o pequeña empresa del sector informal:

Roles y nivel académico

En cuanto al rol académico-laboral, el 90% de las mujeres jóvenes de la MYPE se dedica exclusivamente a trabajar, mientras que un 10%, además de dirigir una MYPE informal, también estudia (ver figura 2). Este es un aspecto importante, ya que la imposibilidad de acceder a estudios paralelos a su actividad económica se convierte en una limitante muy grande para su desarrollo profesional y el de su propio emprendimiento.

El 48% de las encuestadas logró terminar su Bachillerato; el 28%, hasta 9º grado; el 11% completó el sexto grado; el 3% ha obtenido formación a nivel Técnico; y un 3% ha obtenido algún grado universitario (ver figura 3). Resulta interesante el hecho de que, a medida que la MYPE crece de tamaño, el nivel de estudio es comparativamente mayor, mientras que en las MYPES de subsistencia el nivel educativo es menor (*2). Esta correlación entre el tamaño de la MYPE y el nivel de estudio destaca cómo el nivel de educación es un predictor del crecimiento y éxito potencial de los empresarios de la MYPE que desean crecer y desarrollar sus negocios.

La promoción de emprendimientos como estrategia para reducir las migraciones es eficaz en potenciales emigrantes de ambos sexos, pero tiene un mayor impacto en los hombres que en las mujeres. Un 26.4% de los hombres emprendedores encuestados consideraron migrar antes de iniciar su negocio, frente a únicamente un 8.9% de mujeres emprendedoras. Esto se traduce en una propensión a emigrar tres veces superior en los hombres emprendedores que en las mujeres. Después de establecer el negocio, solo un 3.8% de las mujeres mantiene el deseo de migrar, en comparación con un 9.5% de los hombres (ver figura 4).

El gráfico muestra los efectos de emprender en la propensión a emigrar de mujeres y hombres. Antes de emprender, el 8.9% de las mujeres y el 26.4% de los hombres consideraban emigrar. Después de emprender, estas cifras disminuyeron al 3.8% en mujeres y al 9.5% en hombres.
El gráfico muestra el nivel académico de microempresarias, donde el 48% son bachilleres, el 28% tiene hasta 9º grado, y el 11% hasta 6º grado. Solo el 7% es estudiante universitario, y un 3% ha completado un diploma técnico o se ha graduado de la universidad.

Motivaciones principales para emprender un negocio

Al preguntarles a las emprendedoras jóvenes sobre sus motivaciones personales para crear un negocio, el 29% se inició como micro o pequeña empresaria por herencia familiar; el 28% no encontró un primer empleo; el 24% lo hizo por la posibilidad de tener mayores ingresos; el 16% por el deseo de ser independiente; y un 3% decidió emprender después de haber sido despedida de su trabajo (ver figura 5).

Cuando se profundiza en el 10% de las mujeres jóvenes empresarias que también estudian, se observa que el 45% se inició en el negocio por herencia familiar, mientras que las que se vieron motivadas por haber sido despedidas de su trabajo ascienden al 27%.

Percepción de la problemática social de la juventud

Con el propósito de conocer la percepción de las encuestadas respecto al principal problema que, según ellas, enfrentan los jóvenes en general en El Salvador, el 45% señaló la falta de oportunidades para acceder a un empleo formal como la principal dificultad, seguido por un 24% que mencionó la falta de apoyo para emprender un negocio, y un 15% que destacó la inseguridad como uno de los tres principales problemas. En menor escala, un 7% identificó la violencia hacia la juventud, un 4% mencionó el gasto de tiempo y dinero en el consumo de información improductiva, y un porcentaje igual señaló la falta de oportunidades para continuar estudiando (ver figura 6).

El gráfico muestra los principales problemas que enfrenta la juventud en El Salvador. El 45% menciona la falta de oportunidades para acceder a un empleo formal, el 24% la falta de apoyo para emprender, y el 15% la inseguridad y delincuencia. Otros problemas incluyen violencia hacia la juventud (7%) y falta de posibilidades para seguir estudiando (4%).

Futuro del negocio

Además de las motivaciones que han llevado a las mujeres jóvenes a emprender, también se buscó conocer si tienen intenciones de permanecer con sus negocios o si existen factores que las llevarían a desistir de la empresa y optar por otras opciones de ingresos en el futuro.

Resulta hasta cierto punto sorprendente que la mayoría desea continuar con sus negocios. El 81% manifestó estar decidida a seguir como empresaria. De estas, el 57% considera expandir su negocio actual, el 23% planea continuarlo como está, y el 1% opinó que dejará el emprendimiento actual para iniciar uno nuevo (ver figura 7).

El restante 19% está conformado por mujeres jóvenes que opinaron que, en el futuro, esperan abandonar su negocio: un 15% lo haría al encontrar un empleo formal, y un 4% planea emigrar a otro país. Esta tasa de propensión a emigrar, relativamente pequeña entre las MYPE de mujeres jóvenes, es consistente con los resultados más recientes del Observatorio MYPE, que ubican la propensión a migrar en la MYPE en general en una tasa por debajo del 6.1%.

Figura 7

El gráfico muestra las expectativas de los empresarios sobre el futuro de sus negocios. El 57% planea expandir su negocio actual, el 23% continuará como está, el 15% lo dejaría al encontrar empleo formal, el 4% emigraría, y el 1% dejaría su negocio para iniciar uno nuevo.

Medios transaccionales preferidos

Uno de los aspectos más relevantes del estudio se refiere al cambio de preferencias en relación con la disponibilidad de utilizar servicios financieros.

Los datos se encuentran en el siguiente gráfico. Es de resaltar la preferencia por manejar dinero en efectivo, con un 88% de las mujeres jóvenes empresarias encuestadas, frente al 12% que se inclina por medios electrónicos (ver figura 8). Pese a ser bajos, estos resultados están por encima de la media de la MYPE en general antes de la pandemia. Adicionalmente, no significan que no estén dispuestas a realizar otro tipo de transacciones por medios digitales.

Por ejemplo, realizar trámites bancarios resulta más atractivo para el 56% de las encuestadas a través de medios electrónicos (principalmente digitales), en comparación con el 44% que prefiere acudir a una agencia. Estos resultados demuestran una tendencia hacia una mayor adopción digital, ya que en el pasado los estudios revelaron tasas de adopción y disposición hacia lo digital muy bajas.

Posiblemente, las comisiones y recargos asociados a los productos y servicios electrónicos que aplican las instituciones financieras influyen en la percepción del 52% de las emprendedoras, quienes consideran que estas opciones tienen costos elevados para hacer uso de ellas.

Figura 8

El gráfico muestra las preferencias de medios transaccionales. El 53% cree que usar medios electrónicos implica pagar impuestos, el 52% considera altos los costos, y el 47% tendría dificultades para aprender a usarlos. El 67% estaría interesado en cursos de educación financiera y el 88% prefiere efectivo.

Otros factores importantes a resaltar son: en cuanto a la disposición para tomar cursos virtuales de educación financiera, el 67% manifestó que le gustaría hacerlo; el 61% expresó temor a los fraudes en los medios electrónicos; y el 53% opinó que no les resultaría difícil aprender a usar medios electrónicos.

Situación y expectativa en cuanto a las ventas de sus negocios

Entre las mujeres jóvenes empresarias participantes en el estudio, un 77% considera que sus ventas actuales están en una situación normal respecto a períodos anteriores; un 21% respondió que han bajado, y un 2% indicó que son altas (ver figura 9).

En cuanto a la expectativa del nivel de ventas para los próximos tres meses, el 70% espera que sean mejores, el 29% que se mantengan igual, y el 1% que se vean disminuidas.

Figura 9

El gráfico muestra la situación y expectativa en ventas de micro y pequeñas empresarias jóvenes del sector informal. El 77% reporta ventas normales, el 21% ventas bajas, y el 2% ventas altas. En cuanto a expectativas, el 70% espera que mejoren, el 29% cree que se mantendrán iguales y el 1% espera que empeoren.

Conclusiones preliminares

  • Las mujeres jóvenes empresarias de la micro y pequeña empresa informal han incursionado en esta opción ocupacional motivadas principalmente por la herencia del negocio y la falta de acceso a un empleo formal.
  • Aquellas que, además de su rol como empresarias, tienen la posibilidad de estudiar, cuentan con muchas más opciones de inserción productiva. Un porcentaje considera que esto les podría permitir acceder a un negocio formal, una aspiración importante para ese 10% que estudian y trabajan.
  • La gran mayoría, sin embargo, por carecer de opciones de estudio, no incluye entre sus opciones futuras dejar el negocio. Dado que la posibilidad de crecimiento depende del acceso a nuevas capacidades de gestión, resulta esencial proveer formas adecuadas de formación y aprovechar el alto porcentaje que estaría dispuesto a recibir capacitación por vía virtual.
  • A diferencia del pasado, las emprendedoras de la MYPE informal están mostrando una mayor disposición a manejar los trámites bancarios por medios electrónicos. Sin embargo, para el manejo de sus operaciones y el día a día, la mayoría prefiere realizar operaciones en efectivo.
  • En cuanto al uso de productos financieros, el 98% respondió que posee un préstamo, pero solo el 15% dispone de productos de depósito. La penetración de los servicios de ahorro sigue siendo muy baja en la MYPE informal, en particular como servicio de resiliencia ante la crisis.
  • Un alto porcentaje muestra disposición a tomar cursos de educación financiera de manera virtual. Esta es una tremenda oportunidad para aquellas MYPES cuyas propietarias tienen nivel de bachillerato, y cuyo porcentaje aumenta en la pequeña empresa.
  • La gran mayoría de mujeres jóvenes propietarias de micro o pequeñas empresas informales no tiene intención de abandonar su negocio.

FICHA TÉCNICA DE INVESTIGACIÓN

  • Sondeo realizado del 10 al 16 de junio de 2020, dirigido a mujeres de 18 a 30 años propietarias de una micro y pequeña empresa informal, con actividades en comercio, servicios, transporte, agropecuario, producción, comedores y restaurantes.
  • Número de mujeres encuestadas: 230.
  • 95% de confianza y 6.5% de error máximo aceptado.
  • Negocios establecidos en los 14 departamentos del país.
El mapa muestra el porcentaje de encuestados por departamento en El Salvador según la ubicación de su negocio. Los departamentos con mayor participación son San Salvador (17%), La Libertad (15%) y Santa Ana (14%). Otros departamentos como Usulután, La Unión y Morazán tienen menor representación, con porcentajes entre 1% y 3%.

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